Promesas de Atacama destacan en Colo Colo, Coquimbo Unido y Santiago Wanderers, acumulando títulos, citaciones a la Selección Chilena y sólidos procesos formativos que consolidan a Atacama como una cantera en crecimiento.
La proyección del fútbol atacameño sigue en ascenso y, cada año, nuevos talentos dan el salto desde la región hacia los distintos clubes del país. Una generación prometedora comienza a consolidarse en las series menores del fútbol chileno, dejando en alto el nombre de Atacama.
Uno de ellos es Renato Fajardo, joven capitalino de 15 años que vive un gran presente en las divisiones inferiores de Coquimbo Unido. A pesar de ser categoría 2010, integra el plantel Sub-15, donde ha alcanzado un rendimiento sobresaliente. Este 2024, su equipo se coronó campeón de la Copa Futuro en el primer semestre y logró el subcampeonato del Torneo Clausura. Su progresión tuvo un punto alto: fue citado a un microciclo de la Selección Chilena Sub-15, consolidándose como una de las mayores proyecciones de la región.

En esa misma ruta destaca Renato Bravo Torres, conocido como “El Chinito”. Desde los 5 años inició su proceso formativo en la Academia Hernán Guzmán, donde integró la destacada generación 2010, bautizada como “Los Kamikazes”. Su talento lo llevó a pruebas nacionales, quedando en Colo Colo, donde permaneció tres años, sumando experiencia y títulos junto a compañeros de distintas regiones. En 2024 recaló en Coquimbo Unido, donde su progreso continúa: campeón de Copa Futuro 2025 y vicecampeón nacional en su categoría.

Otro nombre en ascenso es Vicente Miranda, atacante de 15 años nacido en Copiapó. Tras un proceso inicial en equipos locales y un paso por Colo Colo, hoy vive un positivo presente en Coquimbo Unido, donde fue incorporado tras superar exitosamente pruebas masivas. Actualmente compite en la categoría 2010 (Sub-15), con un año destacado: campeón de la Copa Futuro y subcampeón del Clausura, afirmándose como una de las promesas más sólidas del fútbol formativo regional.

También sobresale Agustín Calderón Zavaleta, quien comenzó sus primeros pasos en el fútbol formativo UDA a los 6 años y acumuló experiencia en Racing y luego en la Academia Hernán Guzmán. En 2024 formó parte de Deportes Copiapó como cadete y actualmente integra Coquimbo Unido Sub-15, donde nuevamente fue campeón de la Copa Futuro y vicecampeón nacional.

Desde Tierra Amarilla surge Agustín Rojas Araya, cuyos inicios se remontan a la escuela Colo Colo Makanaky. A los 12 años ingresó a Deportes Copiapó, iniciando su camino en el alto rendimiento. En 2024 emigró a Valparaíso para sumarse a las series menores de Santiago Wanderers. A pesar de enfrentar lesiones durante el año, logró consolidarse como titular en la Sub-15 como lateral derecho, alcanzando semifinales de Copa Futuro y del Campeonato Nacional.

Otro nombre que avanza con fuerza es Cristóbal Carmona, quien comenzó a los cinco años en Juventus MR y continuó su formación en Colo Colo Makanaky y luego en la Academia Hernán Guzmán. En 2022 ingresó como cadete de Colo Colo y desde 2024 forma parte de Santiago Wanderers Sub-15, donde mantiene su proceso competitivo.

Con apenas 13 años, Vicente Ibarbe también deja huella fuera de Atacama. Desde febrero de 2025 forma parte de Colo Colo, donde vive en Casa Alba. Fue visualizado en 2024 durante pruebas realizadas por la Academia Hernán Guzmán. Este año ya celebró un título de Apertura junto a su equipo, confirmando su proyección.

Finalmente, el copiapino Jorge Alonso Fuentes Alfaro, delantero de 15 años, sigue construyendo una carrera prometedora en Colo Colo. Formado en la Academia Hernán Guzmán, fue campeón ANFP Sub-12 en 2022. En 2023 dio un salto cualitativo al integrarse a la Sub-13 dirigida por Luis Pérez, con quienes ganó el Clausura. Ese mismo año disputó la Copa CAI en Argentina, siendo goleador del torneo. En 2024 ganó su tercer título ANFP y en 2025 volvió a celebrar en el Torneo de Pozo al Monte, bajo la dirección de Álvaro Ormeño. Hoy continúa firme en las filas del “Cacique”.

Esta nueva camada de futbolistas confirma que Atacama sigue siendo tierra fértil para el desarrollo de talentos que buscan llegar al profesionalismo, destacando por disciplina, competitividad y una proyección que los mantiene en la órbita de los principales clubes del país.

