A sus 82 años, Ibar regresará a Vallenar para disfrutar de su merecido descanso.
El día que los topógrafos realizaron los primeros cálculos en el terreno donde hoy se ubica el Estadio El Cobre de El Salvador, Ibar Rivera ya estaba presente para comenzar desde cero con lo que, con el paso de los años, lo convertiría en el mejor canchero del fútbol chileno.
Y es que mantener la alfombra verde en la mitad de desierto de Atacama nunca fue tarea sencilla, pues al implacable sol, además tuvo que enfrentar la nieve del invierno en más de una ocasión y, como si esto fuera poco, tuvo la gran misión de recuperar el césped luego de las torrenciales lluvias de marzo de 2015 que causaron un grave daños al recinto Cobresalino.
Su trabajo está ligado a la rica historia de Cobresal, a esos partidos de la Copa Libertadores en el mineral, al triunfo sobre Barnechea que le permitió al elenco albinaranja bajar su primera estrella y tantos otros momentos inolvidables de la institución. En todos ellos, Cobresal siempre destacó por algo, y es que esa cancha, misma que nunca fue resembrada, siempre ha sido reconocida como la mejor de Chile y eso sólo gracias al cariño con que Ibar Rivera desarrolló su trabajo.
Es por lo que hoy, cuando el popular “Camello” decide retirarse de la actividad, siente que cumplió a cabalidad con su misión. “Me voy feliz porque cumplí una etapa y estoy seguro de que en ninguna parte de Chile han tenido una cancha como la nuestra en que nunca resembramos. Otras canchas duran cuatro o cinco años, pero acá no gracias al trabajo también de mis compañeros de quienes estoy muy agradecido, lo mismo que mi eterno agradecimiento a Cobresal”, dijo.
Los caminos de Ibar, a sus 82 años, lo llevan de regreso a la tierra que lo vio nacer. El mejor canchero de Chile regresa a su natal Vallenar para disfrutar de su merecido descanso, ciudad en la que asegura no seguirá con su impecable labor, de la que guardará siempre el mejor de los recuerdos.
