Se trata de Eduardo Rodríguez Collao, deportista local que hizo una pausa en su trayecto para conversar con AtacamaTodoDeporte respecto de esta travesía que está en pleno desarrollo con rumbo a su destino en la Patagonia chilena.
Viajar es, por lejos, el sueño de muchos. Conocer nuevos destinos, otras culturas, platos típicos o quizás sólo regalarse un momento de relajo y descanso. Sin embargo, para un amante del cicloturismo de Copiapó el viajar tiene un concepto completamente distinto, ya que para llegar a sus destinos utiliza su bicicleta. Lo que requiere, además de las ganas, una preparación especial, tanto en lo físico como en la logística necesaria para poder llegar, como en este caso, al Lago General Carrera en la Región de Aysén. Eduardo comenzó su ruta el pasado 03 de diciembre.
¿Cuál fue motivación de comenzar este viaje?
La motivación para iniciar este viaje surge de mi amor por la bicicleta y la emoción que me entrega viajar y mejor si puede ser en lo que más me apasiona, que es el ciclismo. La primera vez que lo intenté fue el verano del 2020 junto con un amigo, ambos muy amateurs, por lo que fallé por falta de preparación, corté cadena y no pude concluir la ruta Caldera-Huasco. Desde ahí comenzaron a ser más intensas las ganas por viajar en bici, vi documentales en Netflix, YouTube y otros sobre cicloturismo y pude ver cómo eran muchos los que recorrían la Carretera Austral, y eso me volvió loco. La motivación es conocer, viajar y recorrer con un medio de transporte ecológico, amigable con el medio ambiente, que permite atender a los detalles de la ruta, cosas que no se ven o pasan desapercibidas en un auto, bus o avión. En la bicicleta uno puede ver con claridad como el paisaje cambia, oír y disfrutar de los sonidos y olores de la naturaleza.
¿Cómo fue la preparación física que realizaste antes de este viaje?
Para la preparación física fue nada más que andar en la bici. Salgo todos los días y recorro a lo menos 50 kilómetros desde al menos 2 años, y el ciclismo me ha acompañado desde hace más de 10 años. No obstante, creo que la perseverancia y disciplina fue fundamental. Los fines de semana y cuando tenía tiempo solía recorrer sobre los 100 km. Salir a recorrer el Valle de Copiapó, la ruta costera, ir a lugares bonitos de nuestra región me motivaba. Una vez al mes estuve saliendo con las alforjas y el peso en dirección a Caldera, acampar el fin de semana y volver a Copiapó me nutrió de experiencia y confianza. Cambios de hábitos alimenticios fueron importantes, tuve que aprender a comer con fines deportivos y que esta alimentación mejorara mi rendimiento y recuperación. Asimismo, como tuve que aprender sobre alimentación, tuve que aprender mecánica de bicicleta, hay que cubrir todo tipo de imprevistos para no pasar malos ratos.
¿Hasta el momento, qué ha sido lo más difícil?
Lo más difícil, las cuestas con el peso. Llevo casi 40 kilos de peso en las alforjas, equipo más el peso de la bici y mi propio peso es mover un poco más de 120 kilos de forma sostenida en cuestas con pendientes que desaniman. Pero tan importante como la preparación física es la preparación mental para no decaer en momentos en que el cuerpo no quiere continuar.
Eduardo comenta que la planificación de este viaje tiene como destino final llegar al Lago General Carrera y poder fotografiarse en las Catedrales de Mármol. Lugar al que debiera llegar, si todo sale como está planeado, durante la tercera semana de enero.
Para quienes quieran seguir la ruta de Eduardo, pueden seguir sus publicaciones en Instagram en la cuenta: @er_collao
N.A
